Lo más eficaz contra las hemorroides

Antes de nada conviene tener muy claro que, en ningún momento, deberemos jugar a ser médicos. Tal vez lo que pensemos que son hemorroides sea otra cosa muy distinta y mucho más grave.

Es por esto que todo lo que puedas encontrar en estas páginas debe tomarse como orientación que puede ayudar a la mayoría de las personas a mitigar los efectos de las molestas hemorroides, pero nunca como sustitución al médico y a sus indicaciones.

 

LAS HEMORROIDES

Qué son las hemorroides. Las hemorroides son la inflamación de las venas del recto y el ano. Producen hemorragias, dolor, picor o cualquier combinación de todos los síntomas mencionados.

Principales causas. Normalmente aparece esta dolorosa molestia por una excesiva fuerza al evacuar, un estreñimiento prolongado, falta de ejercicio, estar demasiadas horas sentado, o una dieta pobre en fibra. Es posible que las hemorroides aparezcan por alguna otra causa, pero si confluyen causas que favorecen su aparición o prolongación, el sufrimiento está garantizado.

 

LO MÁS EFICAZ: LA PREVENCIÓN

Por muchos remedios que existan y por muy eficaces que sean, las hemorroides volverán a aparecer si no eliminamos sus posibles causas y si creamos unas condiciones que dificulten su aparición. Por tanto, habrá que tomar notas de varios principios básicos para evitarlas cuando no se tienen, y acelerar su desaparición en caso contrario. Veamos:

Evitar el estreñimiento. Esto se consigue con una alimentación equilibrada y, sobre todo, rica en fibra.

Evitar ciertos alimentos. Los picantes, el café, el chocolate o las especies provocan unas heces que irritan al recto e inflaman las venas de la zona. Se lo estamos poniendo fácil a las nuevas candidatas a hemorroides.

Una dieta equilibrada también es fundamental. La falta de fibra, por ejemplo, provoca estreñimiento. Y éste, hemorroides.

Ir al baño cuando sea necesario. Por diversos motivos, bien sean sociales, laborales o porque no se hace la cosa a gusto en todos los lugares, se aplaza el liberador acto de evacuar. En esta situación, las venas hacen más fuerza de la habitual, se inflaman y puede que, por este simple motivo, aparezca una sesión de hemorroides que durará varios meses en el mejor de los casos.

Respeta los horarios. La rutina mejora los hábitos. Si siempre haces lo mismo a la misma hora, el cuerpo sabe cómo responder adecuadamente. Si un día comes a la una y otro a las 5, el sistema interno estará desorientado, estresado y la presión sobre las venas del ano aumentará. Facilítate una vida sencilla y fácil.

No hagas mucha fuerza. A veces parece como si tuviéramos la necesidad de enviar un misil con la misión de destrozar el planeta usando nuestros poderosos músculos anales. Esto provoca, una vez más, una sobrecarga en el sistema circulatorio de la zona, una irritación e inflamación de las venas y… adivina… luego llegan las hemorroides.

Estar mucho tiempo sentado en la taza tampoco ayuda a solucionar el problema. Si eres de los que se lleva el Quijote al baño y lees mientras evacuas (o te llevas la tablet para ver un capítulo entero de tu serie favorita) tienes todos los números para que las almorranas formen parte de tu vida.

Limpiarse con suavidad. Una vez terminado el acto de la evacuación, tampoco es necesario pasar papel de lija por la zona. Ni hacerlo con fuerza. Es mejor hacer que el papel absorba a que se convierta en una disco de lijar.

Beber más agua. Esto facilita el tránsito intestinal y a que las heces no sean tan duras. Una heces excesivamente duras «revientan» las venas lastimadas del ano.

Hacer ejercicio. Por supuesto, la vida sedentaria en nada ayuda ni a una buena circulación sanguínea ni, mucho menos al buen funcionamiento del aparato digestivo. Estar largas horas sentado colapsa el sistema digestivo y todo el corriente sanguíneo que lo nutre y purifica. El ejercicio, oxigena la sangre y elimina toxinas, ayudando a mantener una presión sanguínea dentro de los parámetros normales.

La higiene en la zona anal también es muy importante ya que la sangre puede entrar en contacto directo con los restos de heces y ésto llevarnos a una complicación aún mayor.

 

ACTITUD

Este molesto inconveniente no desaparece tan rápidamente como quisieras. Requiere paciencia y, sobre todo, constancia tanto en la aplicación de los remedios que alivian el dolor y las molestias como en las medidas preventivas para que no salgan nuevas hemorroides cuando aún no tenemos curadas las actuales.

 

CURACIÓN

ALOE VERA. Una vez separada la pulpa de la parte exterior de la hoja, deberás, con la zona a curar limpia, aplica la pulpa a la zona directamente más molesta y dolorosa mediante un suave masaje. Si la hemorroides es interna, se puede cortar la pulpa de la Aloe Vera en forma de supositorio, dejar un tiempo en el congelador, e introducirselo por el recto como si de un supositorio se tratara.

HIELO. El hielo tiene propiedades desinflamatiorias por definición. Aplicando una generosa bolsa de plástico repleta de hielo en la zona, deberías notar un inmediato alivio en estos momentos de máximo dolor. El hielo «adormece» la zona, por lo que el dolor disminuirá.

AJO. El ajo, picado previamente y aplicado a la zona dolorosa actúa como un potente desinfectante y anti inflamatorio.

BAÑOS DE AGUA CALIENTE. El agua caliente relaja tanto las venas como los músculos de la zona infectada. Esto hace que la circulación de la sangre sea más fluida, disminuyan las molestias y se acelere la curación.

El hielo actúa baja la inflamación y actúa contra el dolor más agudo. FOTO Wikimedia Commons
El hielo actúa baja la inflamación y actúa contra el dolor más agudo. FOTO Wikimedia Commons

 

CONLCUSIONES

Por muy buenos que sean los métodos de curación, si no nos decidimos a cambiar algunos hábitos, las almorranas volverán a aparecer. Por lo que es más importante incorporar una dieta saludable a nuestra vida que la propia curación. Además, una dieta rica en fibra, mantener el cuerpo hidratado, reducir el estrés (que aumenta la presión en la sangre) y algo de ejercicio, pueden no sólo prevenir las hemorroides sino curar más rápidamente las que podamos tener en este momento.

 

 

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