Mariane Richard es la primera ciudadana francesa que consigue ganar en los tribunales al Estado por declararse alérgica al wifi. Y, seguramente, la primera en el mundo que recibe una pensión a causa de las ondas que emiten los aparatos wifi.
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Sufre, según se ha constatado en la propia sentencia, una serie de molestias y malestar físico y mental a causa de las ondas electromágnéticas que emiten los teléfonos móviles y los puntos de acceso wifi (routers, repetidores, etc.)
En esta situación es, naturalmente, imposible trabajar en cualquier ciudad o cerca de alguien que lleve un teléfono móvil consigo. POr tanto, la única solución que se ha encontrado es concederle la baja por enfermedad, asignarle una pensión de 500 € y fijar su residencia en el campo, lejos de cualquier radiación electromagnética.
Mariane es la primera persona en ganar a unos tribunales por esta curiosa enfermedad, aunque no es, ni mucho menos, la primera que lo ha intentado.
Por otro lado, algunos médicos afirman contundentemente que tal enfermedad no existe y que las causas de las presuntas molestias deberían buscarse en otro lado.