Haciendo caso a todos

Un anciano y un joven viajaban con un asno. Al llegar a la aldea caminando junto al animal, los niños de la escuela rieron al verlos pasar. Decían: mirad a esos tontos, tienen un asno robusto y van caminando, por lo menos el viejo podría montarse en él.

Al escuchar a los niños, los hombres pensaron que deberían seguir el consejo, pues pronto llegarían a otra población y la gente se volvería a reír de ellos. Así pues, el viejo se montó en el burro y el joven caminó detrás de ellos.

Entonces encontraron un grupo de gente que los miró. Y murmuraron: mirad, el hombre viejo montado en el burro y el pobre muchacho caminando. Volvieron a cambiar la estrategia y el anciano camino y el joven se subió al burro. Otro grupo de gente se acercó y dijo: ¡mira que muchacho mas arrogante! Quizás el viejo sea su padre o su maestro, ¡que falta de respeto!

Decidieron probar la única posibilidad restante: sentarse los dos en el burro. Y así lo hicieron.
Entonces otro grupo se acerco y dijo: mirad que gente tan violenta, el pobre burro esta casi muerto. Mejor sería que lo cargaran ellos en sus hombros.

Así que otra vez lo discutieron y decidieron llevar al burro en hombros, pues de otra manera la gente de la aldea vecina los llamarían tontos. Cortaron un bambú, colgaron al burro de las patas y lo cargaron. El pobre animal trato de escapar, pero al final lograron someterlo a la peculiar forma de viajar.

Mientras cruzaban el puente para entrar en otra aldea, una multitud los rodeó y exclamó: ¡mirad a ese par de tontos! Jamás se ha visto idiotas semejantes. En lugar de montar al burro, lo llevan a cuestas. ¡Están locos!

Al final el burro se puso tan nervioso que saltó y se cayó desde el puente al río. El anciano, viendo al burro muerto, le dijo al joven: “mira, acabarás como ese burro si escuchas demasiado la opinión de los demás. No debes preocuparte por lo que digan los demás, pues ellos son muchos y cada uno tiene su propia forma de ver las cosas y siempre te dirán cosas diferentes. Si continuas escuchando a otros y no te escuchas a ti mismo, serás llevado de un lado para otro. Escucha tu voz interior, siéntela y muévete con ella”.

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