Tutorial avanzado: morir haciéndose un Selfie

Está de moda abandonar este Valle de Lágrimas haciéndose un selfie. Ya son muchos los que lo han conseguido. Si tu quieres unirte al grupo, sea por alcanzar la gloria, por conseguir más «me gusta» o por dejar este mundo de manera poco ortodoxa, tu último selfie (el póstumo), tiene que ser el mejor de tu vida. Y sobre todo eso: póstumo. Si no, serás un fracasado y te quedarás sin amigos en Facebook, algo difícil de asimilar.

Porque si no se hacen las cosas bien, puede resultar que ni salga la foto y que, además, lo que debería ser tu despedida de este mundo cruel se quede en unos ridículos arañazos. O, peor, que obtengas lo mismo que con una monumental paliza y sufras como un mamón una buena temporada. Y que, en lugar de cosechar miles de «me gusta», coseches pena y seas la diana de todas las mofas del lugar. Y todo por no haber planificado bien la cuestión.

En los detalles está la diferencia. Hay que revisarlo todo. Si te quedas, por ejemplo, sin espacio en la tarjeta de memoria de tu teléfono, la foto no saldrá. Y habrás hecho el panolis para nada: ya no saldrás ni en twitter ni en nada. Es hacer el mentecato. ¿Quieres eso, quieres ser el nuevo bufón del barrio? Seguro que no, seguro que harás las cosas bien. Pero, por si acaso hemos creado este avanzado tutorial para que no dejes ningún detalle al azar y salga todo como tienes pensado. Comencemos con los pequeños detalles:

 

PRELIMINARES

Asegúrate que tu teléfono funciona perfectamente. Esto significa comprobar que la cámara funciona, que no tienes sucio el objetivo, que hay espacio en la tarjeta de memoria, que tienes batería suficiente (es posible que decidas irte al Congo y no puedas cargar la batería), que enfoca bien, etc. Si ves algún problema, cómprate un móvil nuevo. Total, ¿que más te da gastarte la pasta? No te la vas a llevar.

Que puedas hacerte fotos en modo ráfaga. Es una sutileza, pero es por si la palmas antes del intento de hacerte la foto. Tienes que poder activar, unos segundos antes, el modo ráfaga y que vaya haciendo fotos. Alguna saldrá.

Comprueba que las fotos suben automáticamente a las redes sociales. Haz fotos de prueba. En Twitter puedes subir una imagen que será la que generes con la cámara de tu móvil. Pruébalo, hazte fotos y comprueba que sube de inmediato, sin tener que entrar en ninguna web. Y es que, lo más probable, no tengas tiempo de eso. La cosa tiene que ser rápida y automática.

Elige un lugar con cobertura de Internet. De nada servirá hacerte un selfie que se quede en las fauces de un tiburón hasta que el teléfono se digne a flotar y algún despistado se tope con él. Visita el lugar y comprueba que tienes buena cobertura de Internet. Que sea magnífica. Si el lugar es importante para ti, cambia de operador telefónico si eso soluciona el problema.

No levantes sospechas. No hables de nada relacionado con tus intenciones. Incluso si has decidido irte a Sierra Leona, no compres sólo un billete de ida: compra el de ida y vuelta, ya que si alguien se da cuenta, podría mosquearse y tenerte controlado. Habla poco o más bien nada y sigue adelante.

No seas cutre. Nada de hacerte la foto con la cabeza metida en un horno con el gas abierto. Tampoco mola que te ahorques utilizando la lámpara del comedor. ¡No cabe tanto mal gusto en una sola persona! Hay que tener un poco de clase y olvidar las mediocridades.

 

volcan

PREPARATIVOS

Todos los detalles de la sección anterior son una mera orientación. Tienes que ser meticuloso en todo, y preguntarte, por ejemplo si vas a ir en coche, si tendrás suficiente gasolina, si tienes la tarjeta de crédito o dinero para pagar el peaje de la autopista, etc. Incluso, si conviene, llevas el coche al mecánico para que le haga una buena revisión. Esto es un sencillo ejemplo. Pero en cada cosa necesaria, tienes que comprobar todos sus detalles. Hazte un listado de comprobación previa.

Elección del método. La moda actual de morirse haciéndose un selfie te ofrece muchas posibilidades para alcanzar el éxito en tu empeño. Hay muchas maneras. Te aconsejamos que elijas una de probado efecto para que no te sumas en numerosos fracasos intentando irte al otro barrio y viendo que el destino no te deja ir de ninguna de las maneras. Mejor un método rápido y contundente. Es por tu propio bien.

De la elección del método dependerá, con posterioridad, la elección del lugar. Por ejemplo, si te hace ilusión ser devorado por una orca, no debes ir a Burgos porque no hay orcas en Burgos. Deberás preparar el viaje informándote de todos su aspectos. Aunque lo mejor es que no quieras ser demasiado original porque es probable que, en el ejemplo, pases muchos días para localizar una orca para que luego resulte que ese día no tenga hambre. O que se te moje el móvil y no pueda hacer una miserable foto.

Seguidamente te detallamos los métodos más seguros, prácticos y que han demostrado su eficacia a lo largo del tiempo.

 

MÉTODOS

ELECTROCUCIÓN.
Puede ser directamente por un rayo, aunque tendrás que ser paciente. Esto significa que deberás esperar a que se prepare una buena tormenta, acudir a un sitio alto y despejado y contar con un palo de selfie metálico que conduzca bien la electricidad. ¡No uses guantes! No te aconsejamos de ningún modo que compruebes previamente si el palo conduce bien la electricidad ya que podrías acabar la aventura antes de empezarla. Tendrás que llevar un protector para el teléfono por si llueve, no fuera a darse el caso de que te quedes frito y el maldito teléfono se estropeara antes de que lo necesites. No lleves ningún protector para ti. Ni siquiera un gorro.

Las catenarias del tren. Son una fuente inagotable de electricidad de alto voltaje que te dejará frito al instante. Es uno de los más fáciles. Se trata de subirse a un vagón aparcado en la vía, preparar el palito metálico, elegir la mejor vista para el selfie, hacerse la foto y, ya por último, tocar la catenaria con el palo. Aquí se termina el proceso. Antes habrás tenido que comprobar todos los detalles anteriormente mencionados, como una buena cobertura a Internet. Si tienes equilibrio, puedes probar el mismo método pero sobre un tren en marcha. Aquí tienes la opción de levantarte y esperar a hacerte la foto de espaldas a un túnel lo suficientemente bajo como para quedarte pegado a la pared de entrada. Si eso te da repelús, puedes acudir a las catenarias y acabar cuando quieras.

Otros cables de alto voltaje. También puede ser interesante que te vean colgado de los cables de alta tensión, frito como un pajarito. Basta con subirte a una torre de las que cruzan los montes, o llegar volando con alguno de las decenas de artilugios que ofrece el mercado. No repares en gastos. Cuanta más distancia exista desde los cables al suelo, más espectacular será la foto y más «me gusta» cosecharás.

ATROPELLADO.
Camiones. Es un sistema instantáneo y seguro, siempre y cuando no se cruce antes una bicicleta o una pequeña moto como instrumento protector. Podrías, por ejemplo, tirarte desde un puente que cruce sobre una autopista y asegurarte de que vienen camiones a toda hostia. Apunta bien. Elige un puente alto por si el camión falla porque te aseguraras el éxito con un buen porrazo. No uses casco ni ropa de protección. Apunta la cámara hacia la autopista. Súbete a la baranda, acciona el método ráfaga de la cámara, y lánzate sin miedo al vacío. Da instrucciones previas a tu familia para que reclamen indemnizaciones por si «te ocurriera algo».

El tren. También puedes tomar el vermut en una mesa montada en una vía, no sin antes informarte de los horarios en los que pasará un tren. No elijas la vía del AVE, ya que tiene detectores de objetos en las vías y pararías su circulación. Ni tampoco una vía abandonada: es hacer el imbécil. Elige mejor un tren de mercancías y un lugar alejado de cualquier ciudad. Y, mucho mejor, un tramo de una sola vía ya que podría darse el caso de que lo esperaras por una y pasara por la otra. Estate atento y no te despistes: tiene que hacerte la foto. En este método no hace falta palo, aunque es opcional.

 

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ANIMALES.
Los animalicos ofrecen una amplia variedad de métodos para que dejes de sufrir para siempre, aunque sufriendo bastante en el trámite. Por ejemplo, si prefieres los toros, es fácil seguir todas las fiestas en los que se dejan sueltos por la calle y ponerse delante de ellos con la cámara preparada en modo ráfaga. Tienes que tener cuidado con la policía, la cual nos puede privar de la libertad de correr delante del toro, sobre todo si vamos algo empinados.

Expertos en la materia han optado por entrar en los recintos habilitados para osos, leones, tigres, etc. a los que se puede acceder fácilmente en los zoos de las grandes ciudades. A esos animales se les suele dejar en ayunas un día a la semana, por lo que es aconsejable informarse sobre su alimentación y elegir el día en el que tengan un apetito pasado de revoluciones. Es mejor caer en las manos de un felino porque acaba antes que una hiena, por ejemplo. Infórmate antes, mírate unos documentales, asiste a seminarios. Y haz las cosas a tu gusto. Pero hazlas bien. No sufras por sufrir: que una boa de devore significa que pasarás tiempo en su estómago y que serás consciente de lo que pasa. Eso sí: el selfie saldrá genial. Usa flash para interiores en este caso.

También podrías visitar a los leones o a los hipopótamos en sus lugares de nacimiento, aunque deberás asegurarte antes de que tengas cobertura por Internet y activar el roaming. Consulta la lista de países en los que tu compañía telefónica tiene activado este servicio. No hagas el ridículo.

LA GRAVEDAD.
Es el método más fácil y contundente. Es efectivo: siempre funciona. El único requisito es que la altura sea suficiente. Para ello, elegiremos acantilados de unos 100 metros o más, nos tiraremos y en el trayecto iremos haciendo fotos. Nos subiremos a un rascacielos de más de 30 pisos, o haremos puenting atándonos a una cuerda elástica demasiado larga. Y, así, nos colocaremos de espaldas al vacío, nos dejaremos ir, y tendremos tiempo de hacernos varias fotos, según la altura.

Evita tirarte de un primer piso o de una noria, ya que es tontería y es perder el tiempo y es sufrir por ganas. Asegúrate bien: más de 100 metros, más de 30 pisos. Y procura que no haya ramas en las que puedas quedarte enganchado. Toma todas las precauciones necesarias y estudia detenidamente el lugar la situación y, por que no, el tiempo: si llueve, la cámara podría estropearse.

ARRÓJATE A UN VOLCÁN
Para esto sí que hay que tenerlos bien puestos. Situarte de espaldas al inmenso vacío de un viejo volcán que ni está apagado ni está encendido, que ni ruge ni calla, que ni vive ni deja… eso está reservado para las élites mundiales del Universo. ¡Qué envidia emanará de los que vean tu foto cayéndote a un inmenso agujero negro (o rojo si la lava está en pleno proceso de gestación). Nadie ha visto ni verá jamás el paisaje que tu cámara habrá captado. Irás directo al infierno, sí, pero tocando la gloria por el camino. ¡Que chachipiruli y dagunten será todo! ¡Y que lástima que no puedas vivir para disfrutar el momento de gloria!

Para esta ocasión te recomendamos manga corta porque puedes tener calor. Tal molestia podría desconcentrarte a la hora de elegir el mejor encuadre y el mejor momento de la foto. Házla enseguida, que en el interior del volcán no suele haber cobertura 3G y el teléfono podría adoptar el estado líquido en unos pocos segundos.

ESTILO TITANIC.
No vamos a discutir aquí el glamour de morirse abrazado a un taburete flotando entre icebergs. Pero tiene su encanto. Sobre todo porque todos te asociarán a Leonardo DiCaprio aún cuando tu careto sobrecoja al más feo del lugar. ¿Quien no mirará tu foto en Facebook? ¿Quien podrá resistir la tentación de darle al «me gusta»? El éxito está asegurado si consigues que tu teléfono no se hunda antes entre millones de toneladas de agua fría y salada. Llévate uno de repuesto por si acaso.

TIROTEADO.
Esta opción, a menos que preparemos una batería de ametralladoras que disparen de forma automática y nos hagamos el selfie de espaldas a ellas, no tiene garantizado el éxito porque dependemos de terceras personas y de lo que hagan en el momento adecuado. En este segundo supuesto, es probable que recibamos unos cuantos tiros antes de lo previsto. Y eso le quita toda la gracia. O que, en lugar de dispararnos, nos metan en una cárcel de la que jamás podamos salir.

La idea es ir de vacaciones a un país en plena guerra y colocarse en primera línea de tiro. Hay que estar preparado porque la cosa puede ir francamente rápida, tanto que es posible que no te de siquiera tiempo a enfocar.

Si ves que no te hacen caso, que no disparan contra ti, podrías izar una bandera que los pusiera furiosos, lo cual no es nada complicado. Bastaría, por ejemplo, levanta la bandera de Israel en cualquier país árabe. O la de Estados Unidos en Corea del Norte. Aunque los países no estén en guerra, si te colocas delante de un cuartel militar y los provocas, el éxito está prácticamente asegurado. Lo dificultoso de este método es que ni te garantiza el tiempo de preparar tu selfie, ni que los que esperas que te disparen lo hagan. Es probable que te hagan cosas peores y que desees que te hubieran disparado.

LA INGRAVIDEZ
Si puedes permitírtelo, y aunque tengas que pedir un préstamo (hazte también un seguro para que no seas maldecido cada día por tus parientes), contrata uno de estos viajes al espacio y prepáralo todo desde allí. Asegúrate de que tendrás la posibilidad de salir de la nave en algún momento y, ¡zas!, te sueltas, te pierdes en el espacio y tienes tiempo de hacer las fotos que quieras. De espaldas a la tierra quedarían muy bonitas. Puedes quitarte el casco para que sepan que eres tú. Si alguien te quiere mirará cada noche al cielo por si te ve pasar.

TIFONES
Otra posibilidad es hacerte la gran foto de tu vida esperando a uno de esos tifones que arrasa todo lo que toca. Árboles y casas son arrancados de cuajo y enviados a decenas de kilómetros. Así que contigo, ni se sabe. Apunta bien, que el tifón salga en la foto y, cuando hayas disparado, cierra los ojos y que sea lo que tenga que ser.

ARENAS MOVEDIZAS
Para los más tranquilos, los que quieran preparar bien la cámara, el momento del disparo, con un buen enfoque, y la correcta apertura del diafragma, meterse en un buen charco de arenas movedizas es lo ideal. Es tranquilo. Se sugiere que la foto capte el instante en el que sólo sobresale la cabeza del fango, mientras el resto del cuerpo ha sido ya engullido. La foto recibirá «me gusta» a millares. Mantén el teléfono limpio durante todo el proceso.

 

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BAJO EL HIELO DEL ÁRTICO
Saldrá un selfie de una belleza monumental. La luminosidad, la inmensidad y la belleza del mar bajo el hielo es un marco incomparable. Para que todo salga «bien», debes meterte por un agujero hecho en el hielo y sumergirte en el océano. No repares en gastos, que no te afecta. Utiliza una botella de oxígeno y nada tan lejos como puedas del agujero por el que has entrado. Cuando falte poco para que se acabe el oxígeno, sacas el móvil (previamente protegido y conectado vía satélite) y disparas la foto. Luego, pasarás un rato bastante malo. Pero piensa en lo bonita que habrá quedado tu foto.

COMBO MIX
¿Por qué no una combinación de varios de los métodos mencionados o de los que se te vayan ocurriendo? Por ejemplo, podrías hacerlo en un día de tal tormenta en la que los rayos se contaran a miles. Simultáneamente, te subes a un rascacielos, montas tu palito metálico, te colocas en el borde del tejado y, con el palo izado a los cuatro vientos, vas disparando fotos con la esperanza de que un maldito rayo te parta en dos. Si no ocurre tal evento, simplemente te dejas caer y, mientras, vas haciendo fotos. Procura enfocar correctamente y que la foto salga lo mejor posible.

USA LA IMAGINACIÓN
Bien, hasta aquí hemos detallado unas pautas y una metodología que se ha mostrado segura a lo largo del tiempo. Pero no descartes otros sistemas para lograr una foto tan espectacular como póstuma. Eso sí, los requisitos mínimos son cierta elegancia: a nadie le gustará verte en el centro de una hoguera. La cosa tendría que ser o bien rápida, o bien que los detalles desagradables quedaran fuera de la vista e incluso de la imaginación del que vea tu foto cuando tú ya no estés. No importa si te lo organizas con cocodrilos o si te camuflas en las alas de un avión. El caso es que seas valiente y original.

 

CURSO PARA PROFESIONALES

Hasta aquí llega nuestro tutorial, que puedes considerar como unos buenos apuntes para hacer las cosas con clase. No obstante, te ofrecemos un curso profesional por el módico precio de 2.500 € (¿qué más te da?). Te garantizamos por escrito el éxito o, en caso de que no salga la foto, te devolvemos el dinero. Contacta con nosotros.

 

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FOTOS:

1.- «Astronaut-EVA» by NASA.

2.- G.E. Ulrich

3.- Chitoypocho (Own work)

4.- Joi Ito