Hay humores sutiles y otros que son de lo más primitivo. Recuerdo una película, aunque no recuerdo el título, en la que se veía a un hombre prehistórico intentando hacer reir a su grupo de amigos.
Tras una decena de intentos sin conseguirlo, aparece un dinosaurio volador que se lleva al aspirante a cómico entre sus garras. Y claro, todos sus «amigos» se pasan media hora riéndose del evento.
No habremos cambiado mucho cuando aquello que nos provoca más risa es una caída o el ver como intenta mantener el equilibrio un tipo que ha dado unas cuantas vueltas sobre si mismo. Es imposible contener la risa. Yo lo he intentado, por probar, pero no lo he conseguido.