Un tiempo para cada cosa

En esta vida nos toca desempeñar numerosas facetas. No sólo realizamos nuestro oficio: somos padres, hijos, maridos, amos de casa, responsables de finanzas, socios de un club de amigos, dueños de un coche, jefes de mantenimiento del hogar, etc.

Esas pequeñas cosas

Sólo cuando ya no quedan a nuestro alcance, se valoran esas pequeñas cosas a las que no hacemos el menor caso cuando se muestran demasiado asequibles. A temprana edad arrinconábamos nuestros juguetes mientras lo hubiésemos dado todo por un palo en manos de ese niñato sonriente que venía parvulario.

Emociones parásitas

Cuando uno comienza a sentir miedo por cualquier cosa, o tristeza, o rabia, u odio, o cualquier otra emoción, de manera que se nos considera triste, o colérico, o violento, etc., cuando se dice de nosotros que es nuestro carácter, nos encontramos frente a una emoción parásita.

El poder y la corrupción

Decir que el poder corrompe puede ser cierto. Las noticias de las personas más corruptas ya forman parte de lo cotidiano. No obstante, decir que el poder corrompe puede ser una verdad parcial, incompleta o incluso nula.