Cómo duele la realidad

Cuando ví esta foto por primera vez no pude evitar que unas pocas lágrimas humedecieran mis ojos, mi teclado, mis entrañas. ¿Cómo es posible que suceda algo así a estas alturas de la civilización?

De la rabia de culpabilizar a mucha gente, pasé a preguntarme qué habré hecho mal. Me pregunto ahora qué podía haber hecho o que debo dejar de hacer para que esto no se repita nunca más. Pero luego me pregunto más, y más. ¿Qué pasará en los sitios en los que ni siquiera puede entrar un fotógrafo? ¿Por qué me impacta tanto cuando sabemos que millones de niños mueren de hambre, son torturados y asesinados, y eso no me impide ir a tomar unas cañas con mis amigos? ¿En que medida somos responsables de que ocurran estas y otras cosas aún peores. Y el poder, ¿qué hace al respecto el poder? ¿Mirar para otro lado frotándose las manos? ¿Cuántas armas habrán vendido?

Evidentemente, el ser humano tiene la obligación de conservar su integridad, de sobrevivir. Y si sufriéramos por cada caso de injusticia, no llegaríamos a la adolescencia ninguno de nosotros. Supongo que es por eso por lo que nos tomamos las cosas como nos las tomamos.

Me duele tanto esta foto que cada vez que la veo, cada vez que la pienso me partiría la cara con quien fuera para evitar que esto vuelva a suceder.

Hablando en casa sobre esto, algunos me dicen que estas fotos no debería publicarse, que es como morboso, de mal gusto. Sin embargo yo, y también son más los que comparten mi postura, pienso que una solo foto puede cambiar la conciencia de la gente. Sobre todo la de la gente que puede hacer algo para parar este disparate, o la conciencia de quienes pueden influir sobre los que tienen el verdadero poder.

Como pasó en Vietnam. La foto de la niña desnuda huyendo de las malditas bombas de napalm cambió la conciencia de los americanos que vieron que la realidad no era como se la contaban y se preguntaron como era posible que su nación cometiera barbaridares de tal calibre. Nadie apoyaría algo así. Nadie siguió apoyándolo.


Kim Phuc - The Napalm Girl In Vietnam

Poco después, esa niña, esa foto, ese fotógrafo que tuvo el valor de pasar por allí y de hacer llegar al mundo una imagen que lo avergonzaría, pararon la guerra. Es por eso que, aunque una foto duela, aunque no imagines que esto pueda pasarnos a nosotros, debe estar ahí para acabar con tantos disparates, como lo son la propia guerra de Siria, la falta de solidaridad, el complejo de superioridad de los europeos y, sobre todo, pensar que nos iremos al otro barrio con todo lo que acumulemos en éste.

 

 

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